EL PROCESADOR Y SU MANTENIMIENTO

El procesador (CPU, por Central Processing Unit o Unidad Central de Procesamiento), es por decirlo de alguna manera, el cerebro del ordenador. Permite el procesamiento de información numérica, es decir, información ingresada en formato binario , así como la ejecución de instrucciones almacenadas en la memoria.
El primer microprocesador (Intel 4004) se inventó en 1971. Era un dispositivo de cálculo de 4 bits, con una velocidad de 108 kHz. Desde entonces, la potencia de los microprocesadores ha aumentado de manera exponencial.
Funcionamiento
El procesador (denominado CPU, por Central Processing Unit) es un circuito electrónico que funciona a la velocidad de un reloj interno, gracias a un cristal de cuarzo que, sometido a una corriente eléctrica, envía pulsos, denominados "picos". La velocidad de reloj (también denominada ciclo), corresponde al número de pulsos por segundo, expresados en Hertz (Hz). De este modo, un ordenador de 200 MHz posee un reloj que envía 200.000.000 pulsos por segundo. Por lo general, la frecuencia de reloj es un múltiplo de la frecuencia del sistema (FSB, Front-Side Bus o Bus de la Parte Frontal), es decir, un múltiplo de la frecuencia de la placa madre.
Con cada pico de reloj, el procesador ejecuta una acción que corresponde a su vez a una instrucción o bien a una parte de ella. La medida CPI (Cycles Per Instruction o Ciclos por Instrucción) representa el número promedio de ciclos de reloj necesarios para que el microprocesador ejecute una instrucción. En consecuencia, la potencia del microprocesador puede caracterizarse por el número de instrucciones por segundo que es capaz de procesar. Los MIPS (millions of instructions per second o millones de instrucciones por segundo) son las unidades que se utilizan, y corresponden a la frecuencia del procesador dividida por el número de CPI.




Aplicación y mantenimiento del procesador
Arranque del procesador
• Comprobar el nivel de líquido de los contenedores de suministro y rellenarlos  si es necesario. Es importante que los contenedores no se vacíen.
• Comprobar el nivel de productos químicos del tanque del revelador y el fijador. El producto químico debe llegar al tubo de rebose.
• Limpiar todos los rodillos y las guías, que están situados por encima del nivel de producto químico. También deben limpiarse con un paño húmedo o una esponja las restantes áreas en las que pueden encontrarse manchas de productos químicos.
• Abrir el suministro de agua al procesador.
• Comprobar que todas las tapas están montadas.
• Comprobar que el sistema de escape funciona de acuerdo con las especificaciones.
Utilizar un cartucho fumígero o un cigarrillo.
Antes de iniciar la producción
• Controlar la temperatura en el tanque del revelador y el fijador y asegurarse de que está ajustada según lo deseado.
• Hacer pasar una película a través del procesador para limpiar los rodillos.
Utilizar una película del ancho del procesador.
Seguir las directrices establecidas por el fabricante del producto químico al rellenar el contenido de producto.
Utilizar el interruptor principal del procesador para encenderlo y apagarlo. No apagar el suministro eléctrico al propio procesador. El sistema de escape debe estar siempre en funcionamiento.

El humo de un cartucho o un cigarrillo debería desaparecer en el procesador a través de la entrada.

Al finalizar un día de trabajo
• Apagar el suministro de agua.
• Puede utilizarse el modo nocturno del procesador o apagarse el procesador. Si se apaga el procesador, debe contarse con utilizar aprox. 30 minutos al día siguiente para calentar el procesador.
• Comprobar que el sistema de escape está funcionando si se apaga el procesador en su interruptor principal.
Mantenimiento semanal
• Para evitar la formación de algas, puede vaciarse el tanque de agua durante el fin de semana.
• Limpiar las manchas de productos químicos del procesador.
• Comprobar si existen fugas en el procesador.
Mantenimiento preventivo
A realizar cada dos o cuatro meses por parte de personal cualificado.
• Vaciar todos los tanques de productos químicos y agua abriendo los grifos de drenaje.
• Extraer todas las rejillas y limpiarlas con agua caliente (40ºC). Utilizar preferiblemente una esponja suave.
• Limpiar todos los tanques con agua caliente (máximo 40º C).
• Colocar nuevamente las rejillas en los tanques.
• Llenar los tanques con producto químico nuevo, por ej. utilizando el menú Dev.-Fix. (revelador-fijador).